domingo, 26 de septiembre de 2010

Resto de China

Este es el post que más pereza me está dando hacer, y eso es decir mucho. Voy a resumir bastante la cosa porque ahora que estamos en Tailandia tomando el sol y apurando los últimos días de vacaciones (estos últimos días si que lo están siendo) no me apetece estar relatando historias de chinos.
La cosa se quedó en Pekín, la capital del gigante asiático. Para el que no haya estado allí, Pekín es una ciudad muy interesante, y para el que haya estado también, digo yo. Nosotros hemos visitado casi todos los sitios “obligados de visitar”, sólo nos perdimos el Palacio de Verano, que no nos dio tiempo.
Empezamos por la Ciudad Perdida. Este sitio es un conjunto de palacios donde unos cuantos emperadores vivieron (uno detrás de otro claro está) y murieron. El sitio está muy majo, y lo único malo es que es tan grande que acabas hasta el ojete de ver palacios.
Justo enfrente de la ciudad perdida está la plaza de Tiananmen. Aquí es donde hubo una revuelta estudiantil y el gobierno comunista finalizó con bastante violencia. La plaza en si es más fea que todas las cosas, de hecho es la plaza pública más grande del mundo, pero lo único que hay es cemento por todos los lados.
Ese mismo día por la tarde fuimos a ver la Zona Olímpica. El estadio “El Nido” y el Cubo de Agua. Muy bonita en general toda la zona, un montón de chinos por todos lados.
El siguiente monumento fue el Templo del Cielo. Impresionante, es otro conjunto de palacios, pero esta vez bastante menor, pero mucho más bonito que cualquiera de Beijing a mi entender. Es donde los emperadores hacían sacrificios en honor a los dioses del cielo.
Al día siguiente fuimos a ver el Templo del Dalai. Este templo es el templo Budista más grande de china exceptuando el Tíbet. Esta majo, pero tampoco impresiona demasiado, lo único más destacable es ver como los creyentes hacen las ofrendas a cada una de las imágenes de Buda o de alguno de sus discípulos.
Como nos pillaba cerca ese mismo día decidimos ir a ver el Templo de Confucio. Este sitio antiguamente era una escuela dónde enseñaba Confucio. Nos enteramos de más cosas en la tienda de souvenirs que en las estancias del sitio.
Además de ver todos estos sitios, por las tardes noches nos hemos visto casi toda la segunda temporada de Pelotas (serie que os recomendamos ferviertemente), hemos quedado con nuestras amigas españolas que conocimos en Indonesia (Nieves y Livia), hemos ido a los mercados de copias, mercado de antigüedades, etc.

Ahora os dejo con Rosa que os explica Yangshuo

Yangshuo ha sido el lugar más bonito de China. Cuando llegas al pueblo no entiendes muy bien porque todo el mundo dice que es tan bonito. Porque sí es bonito donde está situado: rodeado de montañas con formas redondeadas. Pero es mega turístico. Tiendas y más tiendas, bares musicales, etc ., etc. Pero, cuando sales a los alrededores flipas en colores, nunca mejor dicho.
El primer día, nosotros fuimos en bici hasta unas cuevas que hay. No podría explicar con palabras aquel lugar tan mágico e increíble-ble. Para acceder a las cuevas, vas en una barquita. Tienes que agachar la cabeza en un momento, justo antes de entrar. Pasas de la luz solar a la semioscuridad de la cueva, ya que hay luz artificial dentro.
Entonces, empiezas a descubrir flores con purpurina (efecto causado por el agua que cae de arriba y forman una especie de rocas en forma de flores gigantes), estalactitas y estalagmitas y el río que está siempre presente dentro, con mayor o menor caudal.
Luego, hay caminitos por toda la cueva, que te llevan a las piscinas naturales que se han formado: una de barro, otra de agua fría y otra de agua caliente. Esta última, tiene también como bañeras naturales individuales. Es una gozada bañarse en este sitio tan especial.
Lástima que yo ese día tenía infección de orina mega bestia, y todo el rato tenía ganas de mear y lo pasé un poco mal. Sobre todo, a la vuelta. No veía el momento de llegar. Joder, hermano!! (Como dirían los niños mutantes de Cálico).
Al día siguiente por la noche, fuimos a ver un espectáculo de luces que hacen al aire libre. Vaya maravilla! Es del mismo creador que la inauguración de los Juegos olímpicos de Pekín del 2008. El show se hace en un decorado natural precioso, dentro del río y rodeado de esas montañas increíbles. Eso ya es fantástico. Pero si además participan 600 artistas y el show es como estar dentro de un mundo de hadas, y juegan con los efectos de la luz, los colores, la música… Pues imaginaros que pasada. Yo creo, que es el mejor espectáculo que he visto en mi vida. Además, la duración me pareció la perfecta: 1 hora. Tuvimos mucha suerte, porque no nos llovió, como parecía que iba a ocurrir al principio. Hasta te regalan chubasqueros de bolsa de plástico, con la entrada. Fue muy emocionante estar ahí.
Por la mañana, fuimos en barca de bambú, recorriendo un tramo del río envueltos de unos paisajes espectaculares. Las montañas son tipo las que salían en “Bola del Drac”, con diferentes formas y esponjosas por la vegetación que hay.
En el paseo en barco disfrutamos mucho, viendo también a los búfalos bañándose en el río y a los cormoranes (son unos pájaros que utilizan los pescadores para capturar a los peces, vamos que le roban el pescao a los pájaros). Todo rodeado por una neblina, que hacía más encantador el paisaje.
Sin duda, la estancia en Yanshuo, ha sido de las más bonitas y donde más hemos disfrutado. La comida estaba genial y muy barata. Encontramos un sitio local, que costaba 10 yuanes (1€) un plato de verduras y carnes a elegir hechas al wok, y acompañadas por arroz. Muy rico, la verdad. Y los batidos de fruta buenísimo y baratísimos. Mejor que en Tailandia, que ya es decir. Porque aquí no le ponen hielo y es sólo la pura fruta. Un vaso de 700 cc. Por 0,80€!!! Esto lo voy a echar de menos cuando vuelva a España, porque son tan caros los zumos naturales. Menos mal que todavía podremos disfrutar de unos cuantos “Bananas shakes” y otros batidos, todavía.

Muacks.

Yangshuo

jueves, 16 de septiembre de 2010

Fotos de China

Ahora que ya estamos en Tailandia de nuevo, hemos podido subir las fotos de China, este post solo será para colgar las fotos.

Os avanzamos que haremos un post más de China y ese será el último, los últimos días en Tailandia os lo contaremos en persona en bcn.

Jing Hong


Yuangyang


Dali


Lijiang


Chengdu


Taiyuan


Beijing


Datong

domingo, 12 de septiembre de 2010

Sichuán y Taiyuán

Otra vez que se nos acumula la faena. Hace ya bastante que escribimos el anterior post y, claro está, nos han pasado un montón de cosas y hemos visto un montón de sitios nuevos.
Os dejamos de camino de Chengdú, la capital de Sichuán, desde Lijiang tuvimos que coger un autobús que tardó unas 9 horas, hacer noche en un pueblo-ciudad perdido de la mano de Dios porque no había billetes para esa misma tarde y al día siguiente coger un tren nocturno para llegar a la ciudad. Aquí o compras los billetes con tres o cuatro días de antelación, o los billetes cama se agotan enseguida. Así que nos tocaría pasar 14 horas en asiento duro.
Lo que nos pasó en esta ciudad fue muy guay, unos chicos nos preguntaron si necesitábamos ayuda, nosotros le dijimos que no, que no hacía falta, pero ellos insistieron y nos acompañaron a buscar hotel para dormir esa noche. Después de visitar varios, elegimos uno no muy malo y ellos se fueron no sin antes decirnos que como nuestro tren salía a las tres de la tarde ellos estarían a las dos en punto para ayudarnos a coger el tren y que no tuviéramos ningún problema. Nosotros le decíamos que no hacía falta, pero ellos quisieron y así, al día siguiente, allí estaba la chica (el chico no pudo venir) con su hermana y otra amiga. Como la gente que no tiene billete no puede acceder a los andenes, incluso nos dijo que iba a comprar un billete para acompañarnos hasta el vagón. Ahí ya le dijimos que no rotundamente y ella acepto, no sin antes encontrarse con una amiga que iba a ir en el mismo tren y a la que le dijo que nos ayudara a encontrar el asiento.
No os podéis imaginar cómo son los vagones de asiento duro en China. Cuando nos subimos al tren, pues iba medio vacío y entonces la peña se sentaba o tumbaba donde le salía de las pelotas, unos empezaron a jugar a las cartas nada más subirse al tren y no pararon hasta que llegamos a las 5 de la madrugada, toda la noche pegando gritos, bebiendo, fumando como carreteros, el resto simplemente se sentaban en otros asientos que no fueran los suyos y se ponían a comer pipas y a tirarlas al suelo. A medida que el tren iba parando, la gente iba subiendo al tren y reclamando su asiento. A las 9 de la noche más o menos era la última parada, así que lo que pasó es que el tren se llenó a tope, pero cuando digo a tope es que aquí cuando los billetes de ir sentado se acaban, empiezan a vender billetes para ir de pie, o sentao en el suelo, o en el wáter, o en un asiento de dos hacer tres o en uno de tres hacer cuatro. Íbamos como sardinillas en lata y nos quedaban unas 7 horas por delante. Menuda nochecita pasamos!!!
En Chengdú cambiamos de planes y decidimos ir a visitar a nuestro amigo Rubén que vive en Pekín, él tenía que ir a Taiyuan a trabajar, así que decidimos viajar hasta Taiyuan y pasar con él y su novia el fin de semana. Teníamos que volar el jueves, así que no nos dio mucho tiempo a visitar la zona del Sichuán, lo único que vimos fue la reserva de osos Panda Gigante más grande de China y por lo tanto del mundo. La excursión fue muy maja y estuvimos entretenidos una mañana entera, vimos un montón de osos Panda Gigantes y además conocimos a una pareja de vascos.
El vuelo fue de puta madre, de hecho, si os acordáis de los anteriores posts, os habréis dado cuenta de que no cogíamos un vuelo desde Singapur-Phuket. No sé cuantos quilómetros hay, y no tengo internet ahora para mirarlo, pero yo creo que más de 4000km todo en autobús y muy pocos trenes. El fin de semana entero estaba organizado por Rubén, así que no nos tuvimos que preocupar de nada, de hecho hasta nos vino a buscar un chofer al aeropuerto.
Resumiendo, en ese fin de semana vimos una montaña sagrada con un templo en un cerro con 1080 escalones, un templo colgante (como las casas colgantes de Cuenca pero en China), y al día siguiente vimos unas cuevas espectaculares con unas tallas de imágenes budistas súper antiguas.
Después del finde, él se tenía que volver a Taiyuán a seguir trabajando toda la semana y nosotros nos fuimos a Beijing a su casa a hacer turisteo, pero eso ya lo dejo para otro post.

jueves, 26 de agosto de 2010

Provincia de Yunnan

En el capitulo anterior, os dejamos esperando un autobús de camino a las Terrazas de arrozales de Yuangyuan. El camino se hizo bien porque íbamos en los asientos delanteros, justo detrás del conductor y por eso pude estirar las piernas, además que ya no nos quedaba mucho trayecto.
Al llegar, cogimos hostal y el mismo chofer que nos llevó hasta el hostal se nos ofreció a llevarnos a las terrazas. Ajustamos un buen precio y esa misma tarde nos llevó a ver el atardecer a unas de las terrazas. La verdad es que por el camino ya vas viendo las terrazas como las excavan en las montañas y por eso no nos impresionó tanto, pero es impresionante ver como cogen una montaña y van excavando terrazas a diferentes alturas hasta dejarlas llanas y así poder plantar el arroz. Esa tarde estaba nublado pero aún así pudimos disfrutar de las vistas .
A la mañana siguiente habíamos quedado con el chofer a las 5 de la mañana para ver el amanecer, así que nos acostamos pronto. Por la mañana, con más sueño que un perro chico, y con un fresco importante (pensad que nuestra ropa es de verano), nos dirigimos a ver las terrazas que mejor se ven al amanecer (lo tienen to pensao!). Después de casi tres cuartos de hora llegamos a un mirador que estaba en obras, pero había sitio accesible para poder estar, y dónde lo único que había era un tío sobando de la obra. Esperamos unos veinte minutos hasta que la claridad hizo presencia y tachán!, las nubes nos dejaban ver poco o casi nada de los arrozales. Tuvimos que esperar una media hora más hasta que la niebla y las nubes bajas se dispersaran un poco para ver decentemente el valle.
El tour consistía en ir al sitio más lejano de la ruta y luego de camino de vuelta ir parando en los diferentes miradores preparados al caso para los turistas, (algunos más preparados que otros, en los cuales había que pagar incluso) total que cuando llevas tres horas viendo terrazas acabas hasta el moño de tanto arroz. Pensad que nosotros estamos viendo arrozales desde que llegamos a Indonesia hace ya tres meses y medio, y no es que se pueda comparar, pero bueno que terminas hartico.
Esa tarde nos cambiamos de hotel, porque nos discutimos con la propietaria y el resto nos dedicamos a pasear por el pueblo y, está claro, a echar una siesta como dios manda.
Al día siguiente nos fuimos a la capital de la provincia, Kunming. Ya nos habían advertido que es feo de cojones, así que intentaríamos llegar a la ciudad y coger un tren hasta Dali, nuestro siguiente destino. En la estación de Kunming nos volvimos a encontrar con Antonio y Leire, unos chicos españoles que nos habíamos encontrado en Laos, y nos enteramos que trenes nocturnos a Dali no había en cinco o seis días. Además los autobuses ya habían dejado de pasar hasta la mañana siguiente, así que compramos unos billetes en autobús para el día siguiente.
Dali ha sido el primer pueblo con encanto que hemos visto en China, es realmente bonito, muy turístico pero la parte antigua, muy bien conservada y con mucho encanto. Nos hemos tirado dos noches aquí, muy tranquilamente paseando por las calles e incluso por las afueras. El hotel que encontramos es uno donde solo van chinos y era precioso, nos llevó una tía que encontramos en la calle que nos ofreció primero uno más caro y peor, y cuando le dijimos que no, nos llevó al este tan bonito. La Rosa en cuanto lo vio dijo, nos quedamos.
Nos fuimos de Dali con la ganas de quedarnos un poco más, pero nos habían dicho que Lijiang era aún más bonito y que si tienes poco tiempo, o quieres ver más cosas, es mejor estarse más tiempo en Lijiang.
Lijiang es muchísimo más bonito que Dali, es un pueblo de montaña, bueno, la parte antigua era un pueblo, ahora es una ciudad mediana, que conserva la parte antigua súper bien restaurada. Todas las cales son de piedra tallada y todos los edificios conservan la arquitectura y los materiales típicos de la zona. Lo único malo es que es más turístico que Dali, así que por las calles lo único que te vas encontrando son tiendas se té, souvenirs, restaurantes, hoteles, etc. No hay ninguna puerta o trozo de pared, sin un escaparate.
Aquí queríamos hacer un treking a la Garganta del Salto del Tigre, este es el acantilado más profundo de toda china y uno de los sitios más bonitos según nos han contado, porque de los tres días que nos tiramos en Lijiang, no ha dejado de llover más que a ratos, así que no pudimos hacer el treking, ni siquiera pudimos ir en rollo excursión con autobús y volvernos el mismo día porque en el camino que lleva hasta allí, debido a las lluvias, hay deslizamientos de tierras y no es posible acceder.
Nuestro siguiente plan era ir hasta Shangrila, el paraíso en la tierra según un autor británico del que no recuerdo el nombre, pero las condiciones climáticas nos hicieron desistir ya que Shangrila está a 4000m de altitud y el pronóstico era de lluvias todos los días. Ha sido una pena porque el sitio tiene muy buena pinta y mucha gente nos ha dicho que el sitio es maravilloso, pero es que nosotros no estamos preparados para sitios de alta montaña y encima lloviendo, no lo íbamos a disfrutar.
Bueno aquí se acaba nuestra historia del Yunnan, porque de aquí nos vamos hacía la provincia de Sichuán. Ya os contaré en el siguiente post como ha sido el viaje hasta Chengdú, la capital de la provincia.

jueves, 19 de agosto de 2010

Nuestros primeros días en China

Antes que nada quiero decir que nuestra última noche en Laos fue genial, habíamos conocido a una pareja de vascos que están viajando por largo tiempo (más que nosotros) y a unos ingleses muy majos que se hospedaban en nuestro Guest House y el último día también apareció un chico de Cadiz que era profe de primaria.
Cenamos juntos esa noche y nos lo pasamos genial, hubo un buen rollo generalizado y las cervecitas animaron la velada. Lo único malo es que nosotros y los ingleses cogíamos autobuses temprano y no se alargó mucho la historia.
A la mañana siguiente nos fuimos en otobús hacia la frontera con china y ya ahí te das cuenta de que estás entrando en otro mundo diferente. En el lado de Laos había una casucha donde te sellaban los pasaportes (esta vez sin la comisión ilegal de la frontera con Cambodia) y en el lado de China había un grupo de edificios súper nuevos, con un montón de policías y funcionarios controlando que todo fuera bien. Antes de llegar a la zona de los pasaportes, un grupo del ejercito nos hizo bajar a todos y revisaron nuestras maletas a conciencia, a nosotros nos tocó un militar que hablaba inglés y fue muy majo con nosotros, dándonos la bienvenida a su país y todo.Una vez arreglados todos los formalismos nos fuimos hacía la primera ciudad grande de la provincia del Yunnan, Jing Hong. Tardamos unas 3 horas más o menos por una carretera muy maja.
La ciudad en sí no es gran cosa, pero tiene unos alrededores muy bonitos, lleno de montañas verdes (no sé cuántas veces habré dicho esto mismo de otros lados). Aquí queríamos hacer un treking por la selva, pero las condiciones climáticas no acompañaban mucho así que nos conformamos con ir a una población no muy lejana dónde está el jardín botánico más grande de china.
En el jardín estuvimos unas 4 horas pateando y no nos lo acabamos todo, pero acabamos hasta el ojete de andar y de tanto verde. La verdad es que lo tienen muy bien cuidado y es muy chulo, y además está en una isla de un afluente del rio Mekong.
La tarde de antes conocimos a tres catalanes que viajaban por china de vacaciones, uno de ellos había vivido durante tres años en Beijing y era profe de chino en la universidad así que el tío controlaba mogollón. Con ellos nos fuimos a cenar y estuvo súper bien.
No teníamos muy claro nuestro próximo destino así que fuimos a la estación de autobuses (en esta arte de china no hay tren porque es muy montañosa) a preguntar y nos dijeron que a la ciudad A no se podía ir directo porque la carretera estaba cortada y que había que ir primero a B y de ahí ir hasta A. A la ciudad B se tarda unas 15 horas y que al destino C se llega haciendo escala en la ciudad D y luego otra en E. A la ciudad D se tardan unas 8 horas y de D a E unas 4 horas y de E a C otras 4 horas más. Supongo que os ha quedado claro a todos, ¿no?
Al final nos decantamos por ir al destino C (Terrazas de Arrozales de Yuangyan) por ser viajes más cortos en autobús y además porque en la guía pone que la visita merece mucho la pena. Como os he explicado antes, para ir a Yuangyan, no hay autobuses directos sino que hay que ir hasta Jiengchen, hacer noche allí, a la mañana siguiente ir hasta Luchún y coger otro autobús hasta Yuangyuan.
Ya el primer viaje fue un desastre, a medio camino un agujero en la carretera nos dejó una media hora parados, a los veinte minutos de continuar la marcha, un camión frenó de golpe en una curva y a nuestro chofer no le dio tiempo a frenar y nos chocamos contra el camión. La cosa no fue grave (roto el cristal delantero y un poco hundido el morrete ) pero nos tiramos una hora ahí parados. Al cabo del rato nos para el ejército y nos hizo un registro de nuestras cosas, no duró mucho pero la cosa va sumando. Al cabo de otro rato nos cruzamos con otro autobús y los chóferes se pusieron a hablar y al final decidieron hacer intercambio de pasajeros y así el nuestro volver al destino, pues resulta que el otro autobús era más pequeño y la gente empezó a coger buenos sitios y menos mal que la Rosa estuvo atenta y pudo pillar dos del final para poder estirar las piernas. Aún así mirad las fotos porque íbamos de paquetes hasta arriba. Y como remate del tomate, los últimos 100km más o menos fue por una carretera en obras, pero cuando digo en obras me refiero a que han quitado el asfalto e íbamos por barro todo el rato, a veces patinando, a veces con baches de la muerte con gente trabajando en los lados, camiones sin parar, maquinaría pesada… Total que llegamos de noche a nuestro destino, unas 12 horas por caminos de mierda, súper cansados y todo para hacer escala y al día siguiente seguir la ruta.
El autobús siguiente salía a las 6:40 de la mañana, pero nos lo dijeron mal en el hostal y nos fuimos a las estación a las 6 menos cuarto. El viaje tenía que durar unas 4 horas o 4 y media como mucho, MENTIRA, 6 horas, esta vez sin incidentes y encima en unos buenos asientos, pero lo que hizo que perdiéramos nuestro siguiente autobús así que hemos tenido que hacer noche en una ciudad pequeña de montaña, que es desde dónde os estoy escribiendo. Aquí no suele haber turistas así que ayer cuando fuimos a dar un paseo la gente flipaba un poco con nosotros. Es una ciudad tranquila y con unos alrededores increíbles (otra vez) así que tampoco ha estado mal hacer la escala esta, además que la Rosa tenía las piernas cansadas de tanto viaje así que un día entero sin viajar no lo irá mal.
Bueno, aquí os dejo, esperando a las 12:30 que sale nuestro autobús hacia Yuangyan.

martes, 10 de agosto de 2010

Lao

Laos es café, selvas frondosas y mil variedades de flores. Son puestas de sol entre verdes campos de arroz, son cascadas vertiginosas, son largos viajes en bus por caminos embarrados por el monzón, son mercados nocturnos llenos de comida, es poder pedalear por un camino recto y plano observando mariposas gigantes de colores, búfalos acuáticos chapoteando en los arrozales y gallinas seguidas de sus polluelos

Como estamos a punto de dejar Laos y entrar en China y allí no vamos a poder actualizar el blog, por culpa de la censura que el gobierno tiene impuesto a Google y por tanto a Blogger, Gmail, etc. Vamos a hacer un resumen de nuestro viaje por Laos.
Empezamos el viaje en la zona de Si Phan Don o para que me entendáis mejor “Las 4000 islas”, esto es un archipiélago en el Mekong que durante la época seca hay alrededor de 4000 islitas y en la época lluviosa algunas desaparecen por la crecida del rio.
Continuábamos viajando con Amaia. Nos hospedamos en unos bungalows simpáticos por fuera pero feos por dentro. Y lo peor, dormíamos en un ladrillo disfrazado de cama. Pero lo compensaba lo amable y hospitalaria que era la dueña, y la hermana e hijos de ésta. El bebé se llama Merci Beaucoup, como “gracias” en francés, un niño muy especial.
En esta isla habían unas pedazo de cascadas impresionantes. No por su altura, sino por la cantidad de metros cúbicos que fluían por aquel río. El resto de la isla tenía encanto pero lo más impresionante de la zona era navegar por entre las islas disfrutando del paisaje.
De la zona de las 4000 islas nos fuimos directos a Champasak. Este pueblo, antigua capital del reino no era más que una calle principal que transcurría paralela al Mekong y en la ladera de unas montañas maravillosas.
En este sitio fuimos a un templo pre-Angkoriano llamado Wat Phu. En sí el templo no era gran cosa, pero lo disfrutamos a lo grande porque alquilamos unas bicicletas y el camino hasta el templo, unos 10km, fue maravilloso. Los niños nos saludaban al pasar, la gente súper agradable, el paisaje, Amaizing!!! Incluso la lluvia no deslució el trayecto. El templo está ubicado en la ladera de una montaña y el conjunto tiene una magia especial.
De Champasak fuimos a Paksong, capital de la zona de Bolavent Plateau, en este pueblo no hay casi nada aparte de cafetales, por lo demás fue una estancia corta pero agradable. Conocimos a un Holandés que regentaba el único sitio en el que había internet y dónde lo único que podías tomar era café de sus propias plantaciones, secado y tostado por él mismo, variedades arábica de alta montaña y robusta.
De camino al siguiente destino paramos en las cascadas más impresionantes de Laos y seguramente que hayamos visto nunca: un salto de 120 metros de altura rodeado de un frondoso bosque selvático. Muy cerca había otra que no era tan impresionante pero en la que uno se podía dar un bañito, así que nos pusimos a remojo.
El siguiente pueblo al que fuimos es Tadlo, un sitio encantador rodeado de cascadas y de pueblos tribales. Lo mejor de todo es que encontramos una Guesthouse con unos dueños súper agradables (Pala Mei) y nos pudimos quedar en un bungalow recién construidos por un precio ajustadísimo (4€) y con unas vistas a unos arrozales maravillosas. Aquí pasamos unos días muy tranquilos y la última noche el dueño nos invitó a una barbacoa que estuvo genial.
Aquí nos despedimos de Amaia y aunque no la mencione mucho, he de decir que ha sido una de las mejores compañeras de viaje que hemos tenido hasta el momento, no es por desmerecer a los demás, pero con ella hemos tenido un feeling muy especial que seguro alargaremos en la vuelta a España.
De Tadlo fuimos directamente a Ventiane, la capital del país, en un sleeping bus. Ya nos habían explicado cómo eran estos autobuses, pero la verdad es que flipamos cuando entramos, en este tipo de autobuses no hay asientos, sino son camas dobles, que aunque a mí me quedaba un poco pequeña, era suficiente cómoda para ir casi-durmiendo todo el camino.
En Ventiane estuvimos solo una noche y nos dio tiempo a ver todo lo interesante, que no es mucho, y además a enviar 7,5kg de cosas que o hemos comprado o que no necesitamos. Todo un alivio para nuestras espaldas.
De Ventiane fuimos a Vang Viene, que es el pueblo donde hay más ingleses por metro cuadrado de todo Laos, son gente muy joven que se dedican a emborracharse y a practicar tubing (tirarse al rio con una rueda de camión e ir parando en todos los bares a beberse unas cervezas o lo que sea, y no son pocos). El pueblo en sí no tiene nada pero los alrededores son increíbles, las formaciones rocosas son dignas de postales o de portadas del National Geografic. Aquí solo hicimos una noche porque no nos va mucho el rollo juvenil.
El próximo destino fue Luang Prabang, la segunda ciudad del país. No sin antes tener un percance en la carretera que nos dejó parados como cuatro horas. Un corrimiento de tierras que bloqueó la carretera hasta que los tractores despejaron el camino. En el autobús conocimos a una pareja de españoles que también se dirigen a china y así por lo menos pasaron las horas más distraídas.
Luang Prabang es más bien un pueblo grande, que una ciudad pequeña, pero tiene un ambiente muy especial. Las casas coloniales francesas, el río Mekong y el montonaco de templos budistas le han dado a este sitio el título de Patrimonio Mundial de la Unesco.
De camino a la frontera con china nos queda nuestra última parada y es desde dónde os estamos escribiendo en estos momentos Luang Nam Tha.
Es un lugar tranquilo y acogedor, donde nos hemos encontrado a un montón de españoles igual que en Luang Prabang. Se nota que es agosto.
En la guesthouse “Adounsiri” hemos estado muy agusto en compañía de una pareja de vascos y otra de ingleses. Al final, hemos pasado 4 noches y 3 días. En los cuáles hemos hecho un curso de cocina Lao por 5 euros cada uno con la preparación de 6 platos. Pero, aunque Pons el profe era muy majo, como profe no era nada bueno. Pasamos la tarde y luego cenamos lo que habíamos cocinado: Sopa de bambú, papaya salad, Ola am (sopa de verduras), carne de búfalo con el líquido del hígado o algo así (olía fatal y sabía mejor, pero es asqueroso), carne de ternera con especies (lo único que nos gustó), y por supuesto, todo acompañado del sticky rice, que es arroz hecho al baño maría en unos cestos de mimbre y queda seco y grumoso, está bueno.
Al día siguiente alquilamos una moto. Esta vez con marchas, porque era más barata que la automática y quería aprender. Estuvo genial! Fuimos como destino a un pueblecito a 60 km, Moen sing. El pueblo no valía ni un duro, pero el camino fue maravilloso. Un paisaje verde que te quiero verde. Lleno de montañas y arrozales, y unos cuantos baches. Hasta la tormenta que nos cayó la disfrutamos. Paramos a ver una cascada. Nada que no hubiéramos visto antes ya. Aunque había unos árboles altísimos con troncos anchísimos, y lianas que se entrelazaban en forma de serpiente.
Hoy, lo hemos dedicado para acabar de planificar un poco más China y yo he ido a la pelu. Me ha costado 2 euros con un masaje en la cabeza, mientras me lavaba el pelo tumbada en una camilla. Y luego, en la silla antes de secármelo, otro masajito en el cuello y hombros. ¿Qué más se puede pedir? Impresionante!!
Hemos comido en el mercado de día una sopa con noodles, cómo no. Y las dos noches hemos cenado en el mercado de noche una rica sopa con fideos anchos, rollo tallarines con boloñesa y chile, pero en sopa. Riquísimos!
Seguramente, no tendréis noticias nuestras hasta el día 15 o así, cuando volvamos a Tailandia. Pero ojalá que sea antes.
Mil abrazos y que fluya la energía positiva.
Dani & Rosa

4000 islas


Pakson


Tadlo


Vientiane


Vang Vien


Luang Prabang


Luang Nam Tha

lunes, 9 de agosto de 2010

Ban Lung

Ban Lung
Este pueblecito es la capital de la provincia de Ratanakiri, en el nordeste de Cambodia, lo que significa que en vez de tener dos calles, tiene 4. Ya habíamos visto alguna foto en el blog de nuestros amigos instructores de buceo (viajarybuceo.com) pero cuando llegamos allí nos dio la sensación de estar en una versión moderna (digo moderna porque en vez de caballos hay motos) de cualquier pueblo del oeste americano. Mirad las fotos y comprobadlo por vosotros mismos.
Unos motoristas nos llevaron al hotel que nos habían recomendado y los bungalows eran muy decentes y a un buen precio (6$). El hotel se llama Top Tree y hace referencia a casitas en el árbol, que es como lo tienen montado, está un poco a las afueras del pueblo y son una serie de cabañas de madera con lavabo dentro y buenos acabados (que es muy raro aquí).
En la habitación de al lado estaba Amaia, la chica vasca que conocimos en Kratie, y la pobre tenía fiebre y no estaba para muchas fiestas, pero aún así se vino a dar una vuelta al pueblo y a cenar. Cuando volvíamos al hotel, conocimos a dos vascos y a una pareja de catalanes que estaban tomando birras. Estuvimos un buen rato con ellos charlando hasta que nos fuimos al catre.
A la mañana siguiente alquilamos unas bicicletas para ir a un lago que hay a unos 5 km del pueblo. Las bicicletas estaban un poco chungas así que el viaje se nos hizo más largo de lo que debiera. Al llegar, to petaos por cierto, flipamos con el paisaje. Resulta que el lago está en un cráter volcánico circular y encima rodeado de una vegetación verde, pero muy verde.
Nos tiramos unas cuantas veces y estuvimos un buen rato en el agua, al cabo de un rato vinieron un grupo de camboyanos y quisieron hacerse unas fotos con nosotros y luego ya nos piramos. Saliendo de la zona del lago nos paramos a tomar una coca-cola y con los dueños del tenderete empezamos a “charlar”, no hablaban ni papa de inglés, pero nos entendíamos. Tenían un bebe y la Rosa le hizo unas gracias hasta que al final nos invitaron a un licor de arroz y a unos cacahuetes y ya nos quedamos a comer con ellos. A veces nos encontramos con gente que siendo muy humilde es muy maja con nosotros, tampoco voy a decir que nos daban todo lo que tenían, pero es muy grato cuando te encuentras con gente así. Además que ponían interés en comunicarse con nosotros, porque la mayoría de las veces, la gente que no habla nada de inglés, te dice que no con la cabeza o con las manos y pasa olímpicamente de tu cara, sobre todo si no quieren venderte nada.
Esa misma noche, buscando un buen sitio para comer, nos volvimos a encontrar con los vascos, Josu y Sebas, que estaban terminando de cenar en un restaurante. Estuvimos un ratico chulo hablando de nuestras cosicas y ellos pronto se fueron porque habían quedado con su guía del treking para tomarse unas cervezas en algún garito.
Al día siguiente Amaia ya se encontraba mejor y quedó con unas guiris para ir a dar una vuelta, nosotros queríamos tomarnos el día de descanso así que nos fuimos a desayunar y en el restaurante nos encontramos con una extraña pareja, un catalán (Jordi) que viajaba con un japonés que hablaba un poco de castellano. Jordi viajaba en transporte público y llevaba un año entero (y le quedaba otro más!!!), y el japo se había comprado una moto en Vietnam y viajaba en ella. Mientras uno iba en el otobús de turno con las maletas el otro lo seguía con la moto y luego en los pueblos hacían las excursiones juntos en la moto. Con la tontería se nos pasó la mañana volando así que quedamos para cenar en un restaurante en el que había wifi y ellos se fueron de excursión y nosotros a seguir mareando la perdiz.
Después de comer nos pegamos una siestecita de rigor y enseguida nos fuimos al restaurante con wifi para pasar la tarde mirando vuelos y hacer planes para Laos y China. Amaia se vino con nosotros y cuando llevábamos un buen rato aparecieron Jordi y el japo y a parte de cenar compartimos experiencias del viaje y así apuramos las últimas horas en Cambodia.
Amaia que no se veía con ganas suficientes para hacer un treking ella sola decidió que se venía con nosotros a Laos por lo menos hasta la mitad y luego se volvería a terminar sus vacaciones en Cambodia.
A la mañana siguiente la furgoneta nos vino a buscar media hora antes de lo previsto, pero estuvimos dando vueltas recogiendo a gente hasta una hora después de la hora de salida. A las dos horas de viaje paramos en un pueblo y teníamos que esperar una hora hasta que llegara nuestro siguiente transporte para cruzar la frontera. Comimos y dimos una vueltecica por un pueblo de mierda y cuando digo de mierda no es por lo pequeño, sino porque en la parte central estaba el mercado y no os podéis imaginar la suciedad y la peste que tenían montada.
Llegó nuestra minivan y directos a la frontera, a seguir pagando comisiones ocultas que van directas a los bolsillos de los funcionarios de turno, un dólar en la frontera de Cambodia y dos en la de Laos. A mí me ponen un tanto nervioso las fronteras, pero teníais que haber visto esta por un lado una casucha medio derrumbada para los visados y una caseta para los sellos de entrada-salida y por el otro algo similar pero peor aún si cabe, y en el medio un centenar de metros que recorres con la incertidumbre de a ver si a los funcionarios de los cojones, les da la gana o no de darte la visa o qué, y eso que somos españoles y que a nosotros las visas nos las dan en cualquier parte. No me quiero imaginar la gente de países más pobres que encima del mal rollo que dan las fronteras, tiene que sufrir porque muchas de las veces no les dan las visas ni cómo turistas.
Bueno, el resto lo dejo para siguientes posts, que ya hemos llegado a Laos.